Facultad de Educación

¡La educación es un negocio, no hay profesores de calidad, el sueldo de los profesores es muy bajo, los alumnos están cada vez más desordenados, la LOCE, la LEGE, la ministra de educación, la revolución pingüina!

Por mucho tiempo estuve escuchando estas frases, sin entender mucho de lo que hablaban, sin poder opinar ni dar soluciones.

Antes de entrar a pedagogía no sabia mucho del tema, solo creía que el tener vocación me ayudaría y sería suficiente, pero ¿Solo con vocación podré aportar a la educación?. Estas frases las he ido analizando y entendiendo durante este primer semestre de universidad. Durante éste proceso he aprendido lo que implica realmente ser un profesor, pero sobre todo un profesor de educación básica, ¿Es acaso la etapa más importante de la formación de los niños?, para mi sí es la más importante, es en donde se les enseña una base del camino, para que ellos la sigan construyendo, si nosotros no construimos una buena base, al ir avanzando, este camino se puede desarmar.

Muchas veces pienso que necesitamos una nueva generación de forjadores de caminos, de profesores básicos, en donde cada uno de ellos se sienta comprometido con la calidad de la educación, que sean innovadores, creativos, activos y que se adecuen a los tiempos.

Muchas de esas frases que expuse al principio pueden ser positivas o negativas, por eso es necesario que esta nueva generación tenga las habilidades y cualidades para aportar a la calidad de la educación, para que estas frases desaparezcan de la cultura educativa, esa cultura que muchas veces critica a la educación con crudas palabras, pero que sin embargo no son capaces de aportar con ideas innovadoras para superarlas. Por eso es importante que los forjadores de caminos, que hoy se están formando enseñen la importancia de criticar y dar soluciones, de ver lo malo y mejorarlo, no solo quedarse con lo primero y pensar que solo eso vasta.

Creo que somos capaces de aportar con ideas a las nuevas generaciones, de formarles una buena base, pero todo esto debe ir de la mano con el compromiso que cada uno de nosotros adopte, de lo que cada uno espera entregar al otro y sobre todo de lo que cada uno espera de sí mismo.






Camila Inzunza Villena.